Acabo de visitar dos blogs, el de Magda Díaz Morales y el de Sergio Astorga, y me corroe la envidia, tanto que voy a dejar el mío (no es cierto, puede ser que no luzca, pero es mi blog). En fin, ya le dedicaré más tiempo. 

Qué pensaron, ¿que por fin se iban a librar de mí?; pues no, regreso, esta vez con un preocupación: acabo de leer que una cosa llamada "Gran Colisionador de Hadrones" tiene posibilidades de extinguir la Tierra, ya que puede crear un hoyo negro que se la tragaría.

Todo empezó porque no sabía que significaba lo que rodea el letrero que encabeza el buscador Google, pero al situar el cursor decía "Gran Colisionador de Hadrones".

Encontré que el tal colisionador empieza a funcionar hoy miércoles 10 de septiembre de 2008, y que servirá para seguir descubriendo todas las leyes que rigen la materia y la evolución o involución del universo. Para aprender más sobre esto pueden ustedes visitar, por ejemplo, el blog que está en http://estructurauniverso.blogspot.com/2008/09/se-encender-el-gran-colisionador-de.html.

Tal vez, como dicen, es poco probable que por el colisionador se forme un hoyo negro y se trague la Tierra, pero que tal si en ese azar es lo primero que ocurre. Lo digo con base en lo siguiente:

Las partículas usualmente viajan en línea recta, pero la presencia del campo magnético producido por un imán –colocado en el colisionador– hace que las trayectorias sean curvas, con variaciones positivas y negativas en las partículas al desplazarse en direcciones opuestas. Los científicos al examinar la curvatura es posible que calculen el impulso de una partícula y por lo tanto establezcan su identidad.

Pero debido a que la más mínima variación en las condiciones físicas puede modificar el comportamiento de la materia, es posible que ésta escape al control humano.

Además en el colisionador también se utilizan espejos para medir la luminosidad de las partículas, lo cual pude incidir negativamente en el comportamiento de éstas.

Hoy, después de muchos días, me han dado ganas de dibujar, pero sólo me salió esto:

Hoy decidí romper definitivamente mi relación con La Diana. Volveré a ser un gato solitario que se conforma con maullarle a la luna porque no puede alcanzarla.

Me siento mal, pues falté a mi cita con La Diana el lunes y el viernes de esta semana. Tal vez nuestra relación ya no va bien. Las fotografías que están sobre este párrafo corresponden al martes, el miércoles y el jueves.

El día de La Diana

Aunque no me gusta mucho la fotografía que está sobre estas líneas, me pareció interesante cómo cambia no sólo la perspectiva sino también la iluminación. Mientra escribo esto me preguntó ¿tendrá frío La Diana?

Acabo de notar que la inclinación casual de la fotografía permite la verticalidad de la hermosa diana.

Es cierto, debido a que no soy un fotógrafo profesional, las fotos me salen inclinadas cuando estoy en movimiento. Además, hoy me siento particularmente ajeno a la realidad.

Diccionario del 1 de julio de 2008

Amor
El amor, según yo, es el deseo y la necesidad de estar junto a una persona, ya sea física o anímicamente, de ahí que el amor puede existir independientemente de que se realice o no.
Beso
Un beso es la caricia más profunda, pues lleva el aliento, además del contacto de la carne.
Celos
Pueden ser un halago si son ocasionales, y un perjuicio si son enfermizos.
Delirio
Hay veces que el amor por alguien o por algo puede llevarnos a la locura.
Esperanza
Es lo único que queda para no enloquecer cuando es evidente que todo está perdido, en cualquier ámbito.
Felicidad
Algo efímero e inalcanzable; sin embargo, lo único que mantiene el deseo de vivir.
Gozo
El momento en que puedo abstraerme en mi animalidad o llevar el intelecto a su máxima capacidad.
Historia
El resumen del aprendizaje o de la necedad.
Jamás
Los diez minutos diarios que puedo dedicarme.
Kiosco
El único lugar en que me he sentido en el centro del mundo.
Lascivia
La tortura mediante el deseo que podría ser disfrute.
Muerte
¿Qué es la muerte? Es únicamente un concepto, pues carece de sentido si antes no hubo vida. Ese concepto sirve sólo para referirse a lo que ya no está vivo. No permanece, pues lo que continúa no es la muerte sino la materia carente de vida.
Necedad
Algo que practicamos para no perder lo único que creemos seguro.
Ñ
Odio
Algo completamente natural pero que generalmente nos censuramos.
Pereza
Falta de ánimo para vivir.
Querer
Lo más elemental de los deseos humanos.
Rezar
Lo único que queda para no enloquecer ante la impotencia.
Soledad
Estado intrínseco del hombre.
Tedio
Lo que ocurre cuando no hay ganas de vivir.
Ubicuidad
La posibilidad que tenemos mentalmente de estar donde queramos.
Vacío
Otra de las cosas inherentes al hombre.
Xenofobia
Miedo a lo extraño.
Y
Lo que me he preguntado (¿y?) sobre la finalidad de la existencia.
Zacatecas
El lugar del eterno retorno.

La Diana en Lunes

Siempre es difícil estar en movimiento y fotografiar La Diana.

Sin querer, tomé una foto a contraluz, pero la fortuna es que se aprecia la bella silueta de La Diana.

Por un extraño efecto luminoso del cristal del auto no se distingue La Diana, pero les juro que sí es, puede verse el arco y el brazo que lo sostiene; es una lástima, pues La Diana es bellísima.

Hoy, como ayer, está nublado y no se me ocurre nada; además la foto me salió en un plano más extraño que el holandés.

Hoy no se me ocurre nada, pues me deprimen los días nublados.

De cara al sol la Diana deja ver mejor su escultural belleza

Hoy me sorprendí porque, como Damiel, el personaje de Las alas del deseo, en lo único que pensaba era cómo tomar un buen café antes de ir al trabajo y sin perder tiempo en prepararlo; y también porque, mientras esperaba el café, sin pensarlo, estaba silbando Funi cuni funi cula.

Hoy La Diana amaneció más esplendorosa, pero lejana

Cesare Pavese nació el 9 de septiembre de 1908 en San Stefano Belbo –un pequeño pueblo de la provincia de Cuneo, al norte de Italia, que tiene poco más de 4 mil habitantes– y falleció en Turín –una ciudad de casi un millón de pobladores– el 27 de agosto de 1950.
Las fechas son importantes porque tengo la creencia de que en la primera mitad del siglo XX se creó la mayor parte de la ciencia y la cultura germen de las que se conocen en esta centuria, XXI.
El lugar en que nació el poeta y el sitio en que murió también me parecen importantes, ya que fue en Turín donde se suicidó y supongo que ahí sintió más la soledad, a pesar de que estaba rodeado de más gente.
Pues bien, este poeta –de quien apenas conozco unas cuantas líneas–suficientes para no olvidarme de que vivir cansa– tenía vocación de soledad, y no era solamente pose trágica; más bien, claridad del vacío que implica la existencia y la dificultad de los humanos para llenar de manera plena y auténtica ese hueco. Debo aclarar que mi dicho tiene fundamento solamente en El oficio de vivir, diarios de Cesare.

Todo viene a cuento porque recién adquirí uno de los breviarios del Fondo de Cultura Económica, La literatura italiana contemporánea, y aunque todavía no lo leo me parece muy acertado que hayan puesto en la portada el rostro de Pavese. Ya les contaré sobre el contenido.
En comparación con Pavese, sólo puedo decir que el hastío nunca es tanto: apenas el suficiente para recordar la insignificancia de mi vida; solamente un motivo para rebelarse contra el vacío y decir que tal vez la vida no tiene sentido; sin embargo, es interesante vivir con la esperanza de ser, de lograr cuando menos engañar el pesimismo y reírse de la soledad ante la imposibilidad de vencerla, y cuando llegue la muerte estar satisfecho de la existencia.

Hace veinte años, en junio de 1988, inspirado por los poemas de Cesare Pavese, escribí

Algún día estaremos mirándonos sin vernos
y pensando cómo estarán las sábanas
recién planchadas de nuestra cama

Más o menos así iba, ya no recuerdo bien lo escrito.

La Diana, desde la esquina de Río Mississippi y Paseo de la Reforma

La Diana, vista desde la calle Río Mississippi,
Ciudad de México, 11 de junio de 2008, 10:00 horas.

A pesar de que está medio nublado, el día es esplendoroso, y La Diana, bella como siempre.

Al contrario del martes 3 de junio de 2008,
hoy miércoles 4 está medio nublado

La tristeza no es azul

La tristeza no es azul; más bien es negra o gris, se cuela por los ojos, la piel, los oídos y el movimiento; por eso hay que estar alerta y ver cada cosa como si fuera por primera vez; a sentir el viento, el calor y todo lo perceptible por la piel; a escuchar todo cuanto hay alrededor, aunque sea el ruido de los motores o los claxonazos de una ciudad como el Distrito Federal.

Este es un comentario un poco extemporáneo, pero ayer me sentí realmente feliz de poder contemplar el paisaje citadino; de manera inusual, el cielo era azul, limpio; el día soleado hacía resaltar su color y el verde de los árboles en diferentes tonos.

Es una maravilla la luz y lo es todavía más la vida.

La calzada Ignacio Zaragoza vista
desde el Palacio Legislativo de San Lázaro

Son las 18:22 horas en la ciudad de México y llueve

Acabo de ver el cortometraje del mexicano Alonso Álvarez Barreda Historia de un letrero, que fue premiado en Cannes, y me parece que, si algún mérito tiene, es el de la producción, pues visualmente es atractivo, pero la historia es mejor en el original plagiado, el corto Una limosna por favor, del español Francisco Cuenca Alcaraz, pues no necesita más que las escenas mostradas.