A pesar de todos los esfuerzos y las razones para que haya armonía, siempre hay alguién o algo que tira todo, que echa a la basura el esfuerzo de muchos.
Por eso es mejor tirarse al placer, pero ni siquiera éste está garantizado.
Puedo poner cientos de ejemplos sobre lo que estoy escribiendo, pero sería muy aburrido e inutil, como inútil es que escriba ahora esto, a propósito de Nobleza de espíritu, de Rob Riemen.
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